Cuando leemos una novela, nos gusta impregarnos de la historia, estar atentos a cada detalle… Pero hay uno que siempre pasa desapercibido: La comida.
La alimentación puede acabar de construir la personalidad de los personaje como qué les gusta, sus costumbres, la cultura que los rodea etc.
Es por eso que debemos empezar a fijarnos en la gastronomía literaria.
Si quieres saber más sobre la alimentación en relación con la literatura, pincha aquí.
Me parece una reflexión muy interesante y una medida realmente inteligente el hecho de asociar la alimentación con algo tan presente y cotidiano como es la literatura.
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