Ya lo has oído, es un grave error pasar la carne por debajo del grifo cuando se encuentra cruda.
La explicación reside en que una de las bacterias más comunes en los alimentos de nuestra sociedad, Campylobacter, se desarrolla en carnes rojas, también en pavo y pollo en la leche.
Esta bacteria se encuentra en el intestino de estos animales, y es muy fácil que se produzca contaminación cruzada.
El nivel de toxicidad de esta bacteria no es muy elevado, pero puede llegar a agravarse en grupos sensibles, como niños o población desnutrida.
Se propaga tan fácilmente que solo con que coloques la pieza de carne bajo el grifo, te estás arriesgando a que las gotas que salpican en tu ropa, tus manos, los cubiertos, o comida que se encuentre próxima, contengan esa bacteria y se propague de inmediato. Intoxicando así todo cuanto esté a su alcance.
Es por ello que lavar la carne cruda antes de cocinarla no es para nada higiénico, aunque haya gente que pueda llegar a pensarlo.
Para tratar con carne cruda y no contaminarla simplemente debes descongelarla en refrigeración, cocinarla evitando que queden trozos crudos o quemados, y lavarte las manos antes y después de manipularla.
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