Sí, es cierto. A finales del siglo XXI nuestra gran tradición de sentarnos en una terraza a tomarnos una cerveza bien fresquita podría simplemente ser historia. Esto es debido al cambio climático y es que este provoca olas de calor y sequías que están afectando a los campos del producto estrella de la cerveza: la cebada. Un estudio lo ha demostrado y además advierte de que la única forma de tomar este «oro» liquido si continúan estas sequías y olas de calor será pagando el triple o incluso el cuádruple por una cerveza. ¿Os imagináis tener que pagar 20 euros por una cerveza de caña?
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